lunes, 14 de diciembre de 2009

La pecera que nunca llegó

Sé que es improbable que ella vea esta página, pero tampoco me importa. Mi intención es solo hacerle un homenaje a ese trocito de pan que trabaja conmigo. Y como sé que se quedó decepcionada por no tener su pecera, desde mi modesto blog he querido ser ese amigo invisible que nunca le tocó.
Raquel, esta es tu pecera. Por ahora solo tiene un pequeño pececillo al que he bautizado provisionalmente como Pequeño Carlos Acuático. Porque, ¿quién vive mejor que el Marques de Torres?

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