viernes, 7 de mayo de 2010

¡Yo sí que soy un superviviente!

Lo he dicho mil veces y no me cansaré de repetirlo: ¡que mierda es España! ¿Por qué lo digo ahora? Por otro ejemplo más de la televisión, espejo de los deseos de nuestra sociedad, que me sigue decepcionando cada vez que la enciendo. Creedme, si no fuese por mi disco duro multimedia, la tendría todo el día pagada, como un mero adorno de 50”.
Entremos ya en materia y hablemos de Supervivientes 2010. En serio, sé que las comparaciones son odiosas, pero si echas un vistazo al otro lado del charco y observas cómo ellos realizan el mismo programa y en la misma ubicación, de verdad, llorarías de vergüenza.
¡Y lo mejor es que ellos tienen los mismos medios que nosotros! Pero claro, ellos no tienen a un país esperando ver en la tele a unos famosos sin ropa y un concurso donde haya morbo, morbo y más morbo. La culpa es de España, por supuesto que sí, pero también de Telecinco y de los putos italianos que la dirigen. Porque os lo digo por experiencia, se nota el tufo a spaghetti en la cadena, y esto no es nuevo. ¿Qué quieren los hijos de Mussolini? Pues tías buenas de ropita ajustada a las que se puedan tirar por tener el poder y que los demás hombres las deseen de igual manera. Sencillo. Y esa ha sido la política de Telecinco desde sus inicios. Programas donde cualquier excusa era buena para que salieran las Mama Chicho a enseñar palmito y tratar de poner caliente al personal. O, como no, pan nuestro de cada día, espacios del tipo Salsa Rosa, Sálvame y más mierdas cuyos nombres, gracias a Dios, se me han olvidado ya, dónde solo se crítica, se anuncian los trapos sucios de la gente sin rigor ni veracidad y se va a hacer sangre, cual coliseo moderno, dónde los telespectadores esperan a que el gladiador destripe a su enemigo para verle sufrir. Sangre, sangre, sangre. Pero claro, en este caso, el adversario del gladiador estaría atado e indefenso, como todas las víctimas de los programas del corazón. En serio, ¿no se dan cuenta el daño que pueden hacer? ¿No se dan cuenta de que la televisión es el arma más poderosa que jamás se haya inventado? Sólo tienes que decir algo malo de alguien y le perseguirá de por vida, arruinándole la existencia si hace falta por tener medio punto más de share. El caso es que creo que sí lo saben y por eso mismo lo hacen. El problema, nuevamente, es que los jueces de aquí, un poder que dice estar aparte del gubernamental, no imponen sanciones ejemplares. Dejan campar a sus anchas al insoportable de Kiko, al gafas con el Ondas y a esa tribu de soplagaitas. Tiene narices. En vez de ponerles sanciones millonarias y apartarles de la tele de por vida, lo que hacen es pasar del tema o ponerle una multita que, la mayoría de las veces, sólo hace que tengan más temas que contar en plató.
Supervivientes, ¿no? Que me voy por derroteros que no tienen nada que ver. ¿Es tan difícil seguir con el formato original del programa que triunfa en todo el mundo? Por lo visto sí.
Aquí enviamos a famosos a verlos sufrir y… ya está, ¿no? ¿Se me olvida algo? ¿Hay algo más de relevancia en ese concurso? Porque que el show consiga dar de comer a todos los programas de cotilleos de la cadena es otra historia, ¿verdad? Vale, pues ese es el programa. Ver a pseudofamosos pelearse en una isla paradisíaca en vez de en AR y observar con macabro deleite como se mueren de hambre. ¡Qué programón! ¡Otro Ondas para Telecinco, por favor!
Y este año que anuncian a los cuatro vientos que el formato ha cambiado… ¡tachan! ¡Magia! Nos presentan lo mismo pero haciéndonos creer que es nuevo. ¡Ah, es verdad! Este año están los Anónimos. Unos chavales muy interesantes que han llevado hasta Nicaragua, los han metido en mitad de la selva, los han abandonado a su suerte con un solo cámara para cubra sus aventuras y ahora les dicen que ni siquiera son concursantes. Que ninguno opta al premio. Que su misión es competir entre ellos para tener, y cito textualmente, el honor y el privilegio de estar con los famosos y concursar. ¡¿En serio?! O sea, que el concurso es estar en esa diminuta isla con esos engreídos y ganarles en pruebas que, en su mayoría, al final no importan porque les dan la recompensa a quienes le dan la gana a ellos.
Ya no es sólo como lo pronunciaba Jesús, “los Anónimos”, que parecía que hablaba de unos salidos que te follan por las noches a escondidas, sino que además tenía la poca vergüenza de decir que los trataban de igual manera que a los famosos. Claro. Por eso, él luchaba para darle la ropita a los famosos y no a ellos, las conexiones en directo y el trato personal se les daba a los famosos y no a ellos e intentó engañarles para que no escogiesen el kit de supervivencia para dárselo a los famosos. ¡Pero si ni siquiera se sabía sus nombres, por Dios! Sí, Jesús Vázquez, sí. Se te escuchó preguntarle a cualquier mindundi como se llamaban las chicas que aparecían en pantalla cuando buscaban esos cocos con sus nombres puestos.
O sea, que los escalofriantes Anónimos son más un aliciente para los famosos que una parte del concurso. Lamentable. Ya no saben lo que es la humildad. Es más, creo que ni siquiera recuerdan lo que es la humanidad. Quizás habría que volver a sacar trapos sucios, cosa que tanto les gusta, y hablar acerca de un tal “Arny`s”. A lo mejor les devuelven cierta moralidad.
Si es que lo tenían. Haced como en América, espabilados. Poned dos tribus, Famosos y Anónimos, de 8 miembros cada uno y que compitan entre sí en desafíos de inmunidad y recompensa. Que en un momento del programa, cuando queden 10 concursantes entre las dos tribus se unan en una sola y hagan pruebas para ganar la inmunidad personal. Y haced una final de tres. Simple. No tenéis ni que quitar esos mensajitos que tanto os gustan para sacarle el dinero a los españoles (que esa es la principal causa de que hayan anónimos en el concurso, porque sus familias y amigos van a mandar más mensajes que las de los famosos, ya que para que van a gastarse más dinero si ya viven como reyes). ¿Y qué es eso de que no se permiten las alianzas? ¿Sabéis que quiere decir “Outwit, outplay, outlast”, santo y seña de este programa? ¡Las alianzas lo son todo! ¡Eso es Supervivientes! Si es que ni lo que está hecho y es bueno os sirve. Survivor es una franquicia que triunfa por sí sola, sin ningún cambio, y vais vosotros y lo jodéis cambiándolo a vuestra manera, estropeando lo que funciona sin aditivos. Seguro que cogéis un McDonald`s y vendéis fabada, y encima os arruináis.
La realización del programa tampoco sorprende. Cutre, como siempre. Los micros por todos lados, un caos en plató y todo con ese aire de quiero y no puedo, como el cine español.
Y para terminar, un apunte más acerca de este gran país. Me da la sensación de que lo que nos falta es espíritu de pueblo, como los yanquis, todos patrióticos y que tienen a su país por encima de cualquier causa personal. Para eso creo que los americanos son como los alemanes, que mil veces podrían destruirlos y mil veces se alzarían de nuevo y serían un gran pueblo. ¿Y sabéis por qué? Porque todos tienen esa conciencia social de hacerse grandes frente a otros países. De luchar por lo que es suyo. Porque ellos serán grandes y poderosos cuando Alemania o América lo sea. Esa es su oportunidad, su meta, su objetivo. Y los italianos son algo parecido. Mil veces los derrotaras y mil veces preferirán tías en pelotas a redimir sus errores. Y por el mismo camino vamos España, el país más poderoso en varios momentos de la historia y el que peores dirigentes ha tenido, incluido el actual.
Aquí cada uno va a su bola, desde los ciudadanos a los políticos y las Comunidades Autónomas. ¿Qué es eso de separarse del país? Statut, statut. Con ese papelito hacía yo una cosa. Pero sabéis qué, yo se la daría a los dos. ¿No queréis independencia? Toma. Pero esto no va a ser como con Andorra o Mónaco, aquí os la apañáis solitos. ¿Moneda? Os la creáis. Y si no tenéis el PIB necesario para ir con el Euro, pos nada, os inventáis la pela o la monedagarría y os apañáis. Fuera de la Unión Europea, del Euro, cogiendo pasaportes para hacer el camino de Santiago o irte a Marbella. Y, por supuesto, fuera de la Liga que no sois españoles. Creáis la vuestra. A ver cuántas estrellas se quedan en el Barcelona entonces, porque no veo a Messi compitiendo por entrar en la UEFA, premio máximo para las ligas menores, contra el Ampolla i Amposta.
En fin, que estoy decepcionado por este país y espero que pronto haya un candidato al que quiera votar, y no que siempre tenga que escoger al que menos daño piense que va a hacer.
¿Entendéis ahora por qué creo que yo sí que soy un superviviente?
 

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