martes, 15 de diciembre de 2009

El tiempo límite

Barda, lo prometido es deuda y aquí tienes las tácticas más comunes que los tíos utilizamos para llevaros dónde queremos. Por supuesto, esto es solo un comienzo y como todo principio empezaré por lo más básico. Léelo atentamente que apuesto a que identificas a cualquiera de tus ligues con lo escrito a continuación. Que empiece la lección:

Todos los días recibo millones de mails de tíos que me preguntan cómo ligar con una chica. Lo cierto es que, aunque lo que voy a decir rivaliza con muchas otras teorías aquí escritas, son ellas las que te ligan a ti. Y esto es peor de lo que suena.
Las tías son superficiales por naturaleza. Ellas deciden si se van a ir con tío por su apariencia, estilo y forma de codearse con sus colegas. ¿Cuando tardan en realizar este análisis? 8,3 segundos. Ese es el tiempo límite que tienes para impresionarlas. Y eso es 1,7 segundos menos de lo que tarda en dispararse un bazooka.
Debes ser rápido para atraparlas. Muy rápido. Porque el ligar tiene etapas y esta es la más importante. Si no pasas este corte, estas fuera del juego. Ya puedes ser muy gracioso, tener unas abdominales colosales o una verborrea capaz de hipnotizar a un pato. Si no le das una buena impresión al principio no tienes nada qué hacer.
Así que, por ahora, os voy a ayudar a pasar este primer escollo. ¿Qué debemos hacer? Sencillo, tenemos que crear una imagen atractiva. Algo que les haga fijarse en nosotros y pensar que somos el chico con el que quieren follar esa noche o por el resto de sus días (aunque esa última parte asusta, recuerda que eso es lo que ella piensa, no lo que tiene que ocurrir).
Para hacerles tener esa primera impresión positiva hay ciertos estereotipos clave. Según un estudio realizado por la Universidad de Michigan, las mujeres entre 18 y 22 años tienen 5 modelos de hombres que las atraen locamente. Solo tienes que aparentar ser uno de ellos. No hay nada como utilizar la ciencia para el ligue.
Los estereotipos son:
-EL HÉROE: Entra en el pub con un pantalón roto y una pequeña brecha sangrante en la frente o un corte en el labio (utiliza kétchup, no hace falta que te autolesiones). Date un aire de chico solitario y haz ver por llamada telefónica que te has pegado con esos idiotas que molestaban a tu hermanita. El pensamiento de toda mujer será: “Aquí hay un macho que puede protegerme”, seguido rápidamente de “me encantaría entablar relaciones sexuales con él”. En serio, piensan así.
-EL VETERINARIO: Vístete rollo George Clooney en “Urgencias” pero con cara de haber mordido tres limones tras un tequila bien cargado. Consigue en cachorrito de perro y aparece en el bar acariciándole y haciéndole mimos. Al instante, cualquier fémina querrá follarte salvajemente. ¿Por qué? La mezcla sensiblería y alma animal es irresistible para ella.
--EL MÚSICO: Échate una funda de guitarra al hombro y siéntate en la barra escribiendo sobre una servilleta letras de alguna canción previamente preparada. Enseguida te convertirás en el chico misterioso y meditabundo del local, y eso le da a la mujer el perverso placer de ser ella la musa que te hará ser famoso. A todas las tías les gusta ser la “groopie” a la que el guitarrista se tira pasando de todas las demás.
-EL TURISTA: Practica tu mejor acento extranjero (a poder ser argentino) y entra en el bar con cara de preocupación mientras observas un mapa de la ciudad. Habla en voz alta utilizando tu meloso acento y haciendo ver que te han dejado tirado en la ciudad y debes pasar allí tres días y no sabes ni donde te encuentras en ese instante. Mira entonces a la chica que te quieres llevar al catre y no digas nada, ella amablemente se acercará a echarte una mano...dónde tú quieras. Este truco NO FALLA. Creedme.
-EL FAMOSO: Nada cómo la jugada “Lorenzo Von Motterhorn” para crear esta impresión (ya hablaré de ella en futuros post). Debe entrar llamando la atención pero haciendo creer que intentas no hacerlo. Cuando la chica te mire, esconde rápidamente tu rostro y evítala de una forma descarada. Ella insistirá. Cuando lo creas oportuno, devuélvele la mirada y dile las palabras mágicas: “Si, soy yo. Pero no se lo digas a nadie, por favor”. Este estereotipo no tendrá éxito sin la jugada completa, pero ya la explicaré en un futuro.
Recuerda, tu tiempo límite son 8,3 segundos para engañarlas. No los desperdicies.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 

Numero de visitas totales

Contadores Web